Quiero volver a crecer contigo

Cuando en otros capítulos del blog me remonto a tiempos de mi infancia, en esa añoranza del adulto que recuerda (a lo mejor porque tengo un pequeño al que observo cada día) la ingenuidad del que crece sólo con preocupaciones del que vive jugando; hago por trasladarme a ese pasado en el que crecí junto a mi Unión en aquellos años de ilusiones de un niño con todo el futuro por delante.

Han pasado muchos años desde que lucí por primera vez aquella vieja camiseta blanquinegra, muchos años ya desde aquel primer partido en la piedra gris, muchos jugadores vistos, aplaudidos, silbados, muchos goles, alguna lágrima, abrazos, fríos, calores, muchas pipas, cánticos, papá, mamá, María, amigos, familia, hasta Esther; sólo falta Ángel, en torno a esa Unión de siempre, la de los 90 años que cumplirá en unos meses; la misma de 1923 que quedó tan lejos, aquella con la que siento haberme hecho mayor a su lado.

Y nunca en estos últimos treinta años como en estas últimas semanas, en este despertar de la temporada 2012-13, tuve la sensación de que la Unión podía “nacer” de nuevo y yo volver a crecer con ella, como entonces, en aquellos ochenta de mi niñez; y que este 2012 se llevará todo lo malo del pasado reciente y lejano y que lo que venga desde lo que realmente somos, con trabajo y humildad será todo bueno.

Que las caras nuevas, arriba y abajo en el verde, dentro y fuera, volverán a acercarse a los socios; socios como yo, que a día de hoy, como un niño con la ilusión de aquel que empezaba a seguirte hace treinta años, quiere crecer de nuevo contigo.

Es el momento de hacerse socio y accionista y crecer…con la UDS.