...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

viernes, 18 de enero de 2019

El caleidoscopio del pasado

Desearía tener algún tipo de caleidoscopio diferente al tradicional, uno que en vez de cristales de colores y sus figuras, con cada giro, y cada vez que quisiera, desde el sillón de casa y apuntando al resplandor de la ventana, me mostrara lugares del pasado de esos que no volverán... Nada de cosas conceptuales, sino de cosas materiales, lugares; que fueron, que allí estuvieron, pero que por una u otra razón nos dejaron y que nunca pudimos visitar; de esos sobre los que incluso en muchas ocasiones, hasta el hoy, nos llegaron pocas evidencias de cómo fueron en realidad.

Reconozco tener mitificado al campo del Calvario, un lugar que nunca pisé pero cuyo lugar visité tantas veces... 
Desde hace ya muchos años, para ello, vengo fabricando mi caleidoscopio particular a base de recortes, para en cada giro, en cada revista o periódico antiguo que reviso, acercarme  a aquellos lugares que algún día estuvieron en aquel pasado de lo que fue nuestra Unión, que nunca visité y que un día nos dejaron. 
El Calvario preguerra y sus rincones son uno de ellos; un recinto que cambió de orientación en sus primeros trece años de historia y fue modificado y ampliado en varias ocasiones, y que esconde historias de estancias y rincones, en forma de imágenes, todavía por descubrir, por lo menos para el que os escribe.

No hace mucho, sentado hacia la ventana del salón y apuntando al horizonte, buscando la luz que entraba por ella aquella mañana, en uno de sus giros, aquel cilindro con láminas de espejo y cristales multicolor en su interior me devolvió una imagen desde el pasado:


Una de un marcador de madera, sujeto de un clavo y un cordel a una de las tapias del estadio en los años treinta, un marcador en el que los visitantes no eran tales, sino forasteros... Uno, quizá el primer marcador de nuestra historia... que para mi veía la luz; no lo conocía y quedé fascinado.

La imagen data de Diciembre de 1935, y los dígitos que rellenan el viejo marcador de madera corresponden a la que fue hasta el final de nuestra historia la segunda mayor goleada a favor de la Unión en 90 años.


Aquel día el rival era el Carabanchel y la Unión militaba en la 1ª Categoría Regional de la recientemente inaugurada Federación Castellana de fútbol.
Bajo las órdenes del madrileño Señor Eguía, la alineación de la Unión fue: Joven, Solás, Pepín, Lolín, Jimeno, Pedrín, Muñiz, Gil Cacho, Sánchez, Perete y Leal. Por el Carabanchel: Zamorita, Goño, Velasco, Rafa, Pérez, Arilla, Ricardito, Peragón, Marín, Trinchán y Aparicio.

Once del Carabanchel aquella tarde en el Campo del Calvario
Alineación tipo de la U.D.Salamanca aquella temporada 35-36

Aquel 12-1 para el recuerdo dejó cinco goleadores para la historia, Muñiz, Sánchez y Leal con tres tantos cada uno, Gil Cacho con dos y Perete de penalti. El del honor lo anotó Marín para el Carabanchel...
Para así, reflejados en un primitivo "luminoso" de madera, pasar su imagen, la del primer marcador del Calvario, a la luz de esa historia que en forma de rostros, lugares, momentos, cosas... muchos inéditos para mi, llevo intentando rescatar desde este humilde Blog desde hace tantos años, con o sin caleidoscopio...


#LaHistoriaNoSeCompra

Un lance de aquel histórico encuentro