...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

sábado, 18 de mayo de 2019

AFE, AFA, Balbino, Enrique, Bochini y Maradona

Cuando uno crece en alguna afición, la que sea, y "malgasta" su tiempo adentrándose más y más en ella, sucede algo curioso.
En un momento dado, con los años, el nivel con el que uno colma o sacia su disfrute con el ocio elegido, va requiriendo de un mayor listón de exigencia en esa relación de amor de ese hobby con uno mismo.
En mi caso, que como sabéis disfruto recordando a la Unión, la irreemplazable, en cada uno de los recovecos de un presente del que ya no disfruta, y que buceo en el baúl del pasado para mi reencuentro mensual con ella; cada vez más frecuentemente me sucede, que mi satisfacción, en eso de escribir sobre las entrañas de su historia, no se ve colmada con hallazgos cualesquiera, y en ocasiones, para mi motivación, no me basta con renglones conocidos de su pasado, a veces incluso ni siquiera me conformo con la letra pequeña que esconde sobre el mismo... y sólo alcanzo esa saciedad con notas a pie de página casi borradas, olvidadas y que únicamente se rescatan al trasluz de viejas hojas del olvido, donde a base de rebuscar, por difícil que sea encontrarlo, también se ocultan reflejos de su grandeza.

Así sucede con el post que nos ocupa hoy... raro quizá, pero tan grande y curioso, como la necesidad que tengo aún hoy, en un presente oscuro, de recordar a los que la formaron y alimentaron su eternidad; que escondidos muchas veces en esas páginas de eventos olvidados del pasado del fútbol... si rascas en ellos... la Unión también se encuentra.

Justo al día siguiente de que Antonio detuviese un penalti en el Santiago Bernabéu (VER), se constituía en Madrid la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Allí tuvo lugar la I Asamblea general de un colectivo que nació con el legítimo papel de defender los intereses de los futbolistas de nuestro país y luchar por sus derechos como trabajadores, inexistentes hasta la fecha para aquellos en gran medida. Corría el 23 de Enero de 1978.

Para la posteridad las imágenes de tres ex-unionistas en aquella I Asamblea, los Rial, Robi y Sánchez Barrios inmortalizados por Alfredo para la prensa nacional.

En los complejos inicios del sindicato de futbolistas se acordó con la RFEF un partido anual entre un combinado de futbolistas españoles sindicados y otro equipo, a beneficio de los primeros; pero aquel objetivo de los futbolistas, base de este texto y semillero de recuerdos olvidados, con partidos plagados de anécdotas, rarezas y duelos infrecuentes, no pudo realizarse tan fácilmente.
Tal es así que no fue hasta 1983 cuando la selección AFE "debutó" en nuestro país y sólo unos años antes, en 1980, cuando una selección AFE entrenada por Alfredo Di Stéfano cruzó el "charco" y debutó como tal en Junio de 1980 para medirse al otro lado del mundo a la selección de Bolivia en La Paz y a un conjunto de futbolistas agremiados argentinos en Buenos Aires, ante un equipo comandado por el mismísimo Diego Armando Maradona y su "maestro" el inolvidable Bochini, bajo las órdenes de un ya campeón del mundo como César Luis Menotti.


Un total de tres jugadores de la Unión Deportiva Salamanca formaron parte de los 16 jugadores expedicionarios de aquella gira de debut: 
Fueron los Jorge D'Alessandro, Julio Pedraza y Balbino.
Irazusta, Pichi Alonso, Amorrortu, Modesto y Victor (Real Zaragoza), Benítez y Morán (Real Betis); De la Cruz y Landáburu (F.C.Barcelona), Rubén Cano (At. de Madrid), Montero y Rivas (Sevilla CF), Arias (Valencia CF), Balbino, D'Alessandro y Pedraza (U.D.Salamanca), fueron la totalidad de los citados.


Pocos registros de calidad se conservan de los dos partidos de la gira; el primero disputado en el estadio olímpico de la capital de Bolivia, La Paz, ante 16.000 espectadores frente a la selección nacional boliviana concluyó con la victoria de estos por tres goles a dos.
Rubén Cano anotó los dos españoles y Reynaldo y Aragonés, en dos ocasiones, los del conjunto verde.
Irazusta; Marcelino, Balbino, Arias, Pedraza, Montero, Benítez, Víctor; Morán, Rubén Cano y Pichi Alonso alinearon por los españoles; participando también D'Alessandro, Rivas, Modesto y Landáburu en el segundo tiempo.


Dos días después y esta vez en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Liniers, en el José Amalfitani, casa de Vélez Sarsfield; se repetía el marcador (3-2) esta vez a favor de la Asociación de Futbolistas Agremiados Argentinos (AFA).
Gatti (Vidalle), Pernía, Olguín, Killer (Babington), Bordon, Larrosa, Gallego, Maradona, Calderón, Bochini y Perotti jugaron por el equipo argentino e lrazusta (D’Alessandro), Marcelino, Balbino, Arias, Pedraza, Landáburu, Montero, Benítez (Modesto), Morán, Rubén Cano y Pichi Alonso jugaron por los españoles que aquella noche vistieron de verde.


Benítez y Morán marcaron los dos tantos españoles y entre crónicas de aquel partido, anecdótico quizá, poco trascendente para el profano y alejado de las memorias futboleras masivas seguramente; la historia del fútbol escondió un hecho impagable... 
Para un maradonista confeso como el que os escribe, no tuvo sólo que ver con el hecho de que el Diego se midiera con aquel combinado salpicado de unionistas, si no con ser aquel uno de los pocos encuentros en la historia del fútbol en el que maestro y discípulo compartieron camiseta en un terreno de juego...
Cuentan los que lo vieron, que aquellos dos magos que cruzaron su carrera y compartieron fútbol en muy pocas ocasiones en sus trayectorias; Don Ricardo Bochini y Diego Maradona, al filo del descanso, combinaron de forma sutil, sublime, en doble pared entre los centrales para abrir el marcador y dejar en la retina del recuerdo el hecho, en esa excepcional unión que a veces se produce en los márgenes olvidados de la historia del fútbol; de dejar patente su grandeza y hacer pasar ese gol a la eternidad del firmamento de los dioses del fútbol, con un pedazo de la UDS como testigo...
Y sí, de este sí, con Balbino representando a la Unión en ella, sí hay foto del gol, sí hay recuerdo de aquel imborrable instante.


No fue hasta 1983, tres años después de aquella gira cuando la selección AFE, pudo debutar en casa, múltiples rupturas del acuerdo entre RFEF, AFE y los diferentes clubes dieron al traste con la posibilidad de ver a algún combinado del sindicato español con más frecuencia y disfrutar de alguna de sus anécdotas e intrahistorias.
Corría Septiembre de 1983 y esta vez fue Enrique por la Unión Deportiva Salamanca el convocado (Pedraza y Miguel Ángel fueron preseleccionados también) para disputar el encuentro que enfrentaría al combinado con la selección de Rumanía en el estadio de Balaídos.
N’Kono, Fenoy, Manzanedo, Urquiaga, Higinio, Arteche, Camacho, Enrique, Martínez, Amarilla, Suárez, Nacho, Benito, Montero, Maradona y López Ufarte fueron algunos de los convocados por Alfredo Di Stéfano para el choque. (FOTO INFERIOR)
Por su parte, la selección rumana entrenada por Mircea Lucescu, citó a Andone, Balaci, Boloni, Camataru, Coras, Gabor, Geolgau, Hagi, Iordachi, Iorguiescu, Klein, Lung, Moraru,  Movila, Negrila, Rednic, Stefanescu, Ticleanu y Ungureanu.


La principal anécdota radicó en la presencia de Diego Armando Maradona, recientemente sindicado en la AFE, en el once español, que tras uno de los tantos enfrentamientos con José Luis Núñez, que vetó la convocatoria del astro, finalmente logró vestir de corto aquella tarde en Vigo.
Partido plano describen las crónicas, acabó con un 2-2 final que se resolvió desde el punto de penalti, ganando el combinado español.



Primero fueron D'Alessandro, Pedraza y el inmortalizado por El Gráfico, Balbino, junto a Maradona; y en esta ocasión le tocó a Enrique, que representando a la Unión, formó parte de un once histórico junto al crack salido de la Paternal y no solo eso, sino que compartió centro del campo y balón con el mismo, como nos muestran estas impagables imágenes de su diálogo "táctico" antes del choque con el gigante.


Cuando a falta de 5 minutos para el final de la semifinal que midió a Bélgica frente a Argentina en el 86 en el Azteca, Diego vio el cartel con el 3, que anunciaba la entrada al campo de Ricardo, lo contó así: 
"Cuando vi que entraba Bochini, me pareció que tocaba el cielo con las manos, por eso lo primero que hice fue tirar una pared con él. En ese momento sentí que estaba tirando una pared con Dios"...

Aún no queriendo llegar tan alto, cuando tras tantos años, uno piensa, busca y encuentra hechos que alcanzan nexos a tanta profundidad en su pasión y unen allí a aquel pasado de la Unión y sus jugadores con estos grandes del fútbol, uno, de verdad, colma y satisface su disfrutar con el ocio elegido...
Sé que no es tirarle una pared al "Bocha", sé que no es jugar con Dios, pero a mi, en esto del recuerdo, algunos hallazgos me lo parecen...



Fuentes:
Don Balón
El Gráfico
Diario Marca
TVE