En tiempos en que en la ciudad del Tormes hay un equipo que se disfraza de otro y una parte de la misma, cegada por el brillo de un estadio casi cincuentenario, ni se sonroja... qué mejor momento para rescatar esta curiosa anécdota sucedida en 1991.
Corría Abril de aquel año hoy lejano y la Unión, la verdadera, se debatía en el alambre de una categoría, la 2ªA, que para aquella jornada 31 de la que hablaremos, se presentaba en el puesto 15º de la clasificación a un solo punto de los puestos de descenso que marcaba la U.D.Las Palmas a sólo ocho jornadas del final de la competición.
Recuerdo bien aquella tarde, una de tantas en un final de liga para olvidar en el que la Unión, en una temporada de una de cal y dos de arena, dejó escapar infinidad de puntos en las segundas partes por su acostumbrada habilidad de no saber cerrar los partidos.
Fue la temporada de Joanet y Redondo, de Janovic, Vermezovic y Vucicevic; del gafe de Zudaire, de Pichi, de Endrino, de la desgarbada figura de Neri y sus disparos a destiempo, de los goles de Paco y Roberto Martínez y del primer ascenso del Albacete a primera división.
Aquella tarde marcó Paco de media volea al arrancar el partido y aquella tarde pareció sentenciar El Ghareff en el minuto 66; pero también un desesperante Neri y dos goles visitantes en las postrimerías, hicieron volar un punto in extremis, que se echaría mucho de menos de esa jornada en adelante.
Sí, aquella tarde sucedió todo lo anterior, pero no fue hasta el día siguiente, en la prensa del lunes, en la que me di cuenta de lo verdaderamente sucedido: Aquel detalle, desapercibido para muchos, radicó en que la Unión tuvo en frente a un equipo, que como visitante, lució su mismo escudo en el pecho en el estadio Helmántico, en un extraño duelo de ella contra sí misma... ¡En toda una categoría como la 2ª división!.
Sí, aquella tarde sucedió todo lo anterior, pero no fue hasta el día siguiente, en la prensa del lunes, en la que me di cuenta de lo verdaderamente sucedido: Aquel detalle, desapercibido para muchos, radicó en que la Unión tuvo en frente a un equipo, que como visitante, lució su mismo escudo en el pecho en el estadio Helmántico, en un extraño duelo de ella contra sí misma... ¡En toda una categoría como la 2ª división!.
Curiosamente (porque esto funciona así, ¿no?) los dos puntos no se los sumaron a la Unión, a pesar de haber marcado los cuatro goles, y aquel rival que nos visitaba; ni por asomo se propuso decir que fuera ella... Qué cosas, ¿cómo lo iba a decir?. Lógico. No lo era.
El olvido de la segunda equipación por parte del equipo visitante para aquel partido y la negativa del equipo charro a cederle la opción de jugar con su indumentaria local y los charros con su uniforme reserva hicieron el resto...
El olvido de la segunda equipación por parte del equipo visitante para aquel partido y la negativa del equipo charro a cederle la opción de jugar con su indumentaria local y los charros con su uniforme reserva hicieron el resto...
Aquel equipo no estaba fundado en 2013; era un histórico, de 1924, todo un Rayo Vallecano, y aquella tarde, para confusión del respetable jugó los 90 minutos con el escudo de la Unión, con su misma camiseta, pero al igual que el equipo que lo hace hoy, no era ella, sólo estaba disfrazado.
García Cortés con la camiseta roja de la Unión y su mítica publicidad de LEDESA
pugna con Jorge en un lance de aquel curioso encuentro de 1991.
Fuentes:
Fotos Morgan, Salvador y Metro.
Crónica Marca.