Ojalá fuese este año el año del retorno, si no, como mucho el
siguiente, pero por favor no más… antecedentes de otros trienios previos
vividos en el fútbol semiprofesional, que es la 2ª B, (85-88 y 91-94), han
curtido en demasía a varias generaciones de unionistas entre las que me incluyo…aunque
de todos modos, sé, y no tengo dudas, que por nuestros colores, la mayoría,
aguantaríamos los años que hicieran falta.
Es curioso, siempre que pienso en un posible retorno a la
división de plata, me acuerdo claramente de un partido; aquel del reencuentro
con la LFP en el
Helmántico en el 94, el día que inauguramos los tornos de forma oficial y nos
animamos ansiosos a ir al Helmántico a ver a un equipo que en pretemporada se
había batido a un nivel envidiable con grandes del calibre del F.C.Barcelona, At.Madrid
y Real Sociedad saliendo muy bien parado de todos aquellos envites; para
recibir aquella tarde noche de Ferias salmantinas al todopoderoso “gallito” del
momento como era el C.A.Osasuna, que volvía al pozo de segunda; para nosotros
pozo celestial, en aquella campaña; tras catorce años ininterrumpidos en la élite
del fútbol español, presentándose en la capital charra con aquel grupo de futbolistas polacos internacionales y otros
veteranos, que sonaban claramente a otra categoría.
Pocas veces me anudé la bufanda al cuello con tanta ilusión
como aquella tarde de sábado…y aunque en el Helmántico desde mi localidad de
Fondo Norte comprobé, que los de blanquinegro seguían siendo los míos
independientemente de la categoría en que jugaran; Osasuna, los tornos, la
novedosa vestimenta arbitral de color, los luminosos para los cambios…y los
13.000 en las gradas, me trasladaron a un nuevo Helmántico que hacía tres
temporadas que no veía…y hasta me sorprendió el ruido del gol, que aún
entendiendo que el rugido de más de diez mil suene más fuerte que el de cuatro
mil y pico; llegué a pensar, aquella tarde, que los goles en segunda, los de la Unión , sonaban diferente.
Y hoy, diecinueve años después, quiero pensar que de nuevo volveremos, no sé cuando, pero sólo sé que quiero volver
cuanto antes a anudarme la bufanda al cuello una tarde de Septiembre en Ferias,
si pudiera ser, para entrar en el Helmántico y viendo enfrente a un recién descendido de
primera, poder comparar tras dos o tres años en el desierto semiprofesional de
segunda B, si sólo lo soñé o en verdad es cierto que los goles en segunda
suenan diferente.
Que recuerdos... si, me acuerdo perfectamente de aquel partido. Nosotros éramos un recién ascendido y llegaba un Osasuna recien descendido con una plantilla en teoria de Primera, parecia un tema muy complicado.
ResponderEliminarY es ahí, amigo Calamaro, donde sin saberlo ni esperarlo aparece un equipo ganador, competitivo. Ellos llegaron con mucha afición y parecían de Primera, casi inaccesibles... y fíjate, los que subimos fuimos nosotros y encima les ganamos los cuatro partidos que jugamos contra ellos (2 en Copa). Recuerdo que el gol fue al final, y la sensación era que se estaban escapando vivos. El gol de Barbará fue la leche.
No se en que acabará la temporada actual... pero ese Salamanca-Osasuna me recuerda al Salamanca-Oviedo de este año. Me ha encantado ver las imágenes... es un partido que recuerdo y que no había vuelto a ver. Saludos Calamaro. ¿Que hay del Salamanca-Valencia de la 82-83? ¿No encontramos nada?