...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

viernes, 19 de octubre de 2012

Un equipo grande

Cuando el sentimiento unionista medra en la grada del Helmántico en el descender eterno del tobogán que fue la historia de la UDS de principios y mediados de los 80 y madura en los altibajos de sus finales y los principios de los 90; en ocasiones, sin darse uno cuenta, siente, allá por los noventa y algo, que pasaron los años, muchos como socio unionista y a pesar de haber vivido emociones en los dos sentidos y haber festejado ascensos a 2ª división; tuvo pocas, por no decir ninguna ocasión, de sentirse grande…y no me refiero a grande, en ese sentido poético de los que amamos a un club con historia y sacamos pecho por ello, que siempre me siento; si no grande de ver que los números suman y no restan y que los positivos crecen paralelos a los puntos o que las clasificaciones en el diario del lunes se empiezan leyendo desde arriba y no desde abajo en categorías superiores a la 2ª división B.

Recuerdo que esa sensación de equipo grande la sentí por primera vez en mi vida, en una semana lejana ya, de Diciembre de 1994.
Por aquel entonces, la Unión se había convertido ya en el equipo revelación de la segunda división A y con un equipo de semi-desconocidos jugaba al balompié como hacía años no se había visto en el estadio de los Villares; el equipo acababa de derrotar por 2-3 al Extremadura en Almendralejo y se encaramaba así a una tercera posición en la tabla en la jornada 13ª, ya bien superado el primer cuarto de temporada.

La siguiente jornada, la 14ª, marcada en mi calendario Don Balón de bolsillo desde hacía meses, por eso de remarcar a los rivales “grandes” venidos de primera; nos medía al líder del momento; una U.E.Lleida plagada de jugadores de primera división; que se presentaba en el Helmántico con 19 puntos, dos por encima de la Unión, que tenía el liderato a tiro (con permiso del Mérida que con 18 puntos iba segundo) si con una victoria se imponía al equipo ilerdense…para lograr así un objetivo, el de la primera posición en segunda división, que no se recordaba por tierras charras, desde que los entrenados por Manolo Vilanova lo fueron por última vez en el 81.


Y así, la semana previa al partido transcurrió entre el pensamiento y la ilusión de vivir, por fin, un duelo “grande” y la posibilidad, si se producía una victoria, de conseguir un regalo histórico en forma de liderato, que para un unionismo, como el mío y el de tantos “ochenteros”, constituía un hito al estar por aquel entonces huérfanos de recuerdos de grandeza clasificatoria.

Al final, no pudo ser; los días de ayuda al Club; tan inoportunos como casi siempre hicieron; que lo que debería haber sido una llamada al fútbol de un partido con un objetivo merecedor de una entrada decente; mermó hasta la afluencia de los habituales al estadio…y en un partido espeso, la Unión se vio superada por un señor equipo de fútbol, organizado, defensivo y con puñales a la contra, que me bajaron de la nube de grandeza de un plumazo con un 0-2 incontestable que aún hoy recuerdo.




Curiosamente aquel equipo nunca fue líder aquella temporada en 2ª división, y nunca más tuvo tan cerca la posibilidad de serlo en el resto de la temporada; al final se ascendió en la promoción, no hace falta recordarlo; y aunque en la clasificación siempre hubo alguien por encima de nosotros durante todo el año, en tiempo de coqueteos con los primeros puestos como hoy, como debe ser; en una categoría inferior a la de aquel tiempo…mi homenaje eterno a un equipo, el del 94, que no fue líder nunca en 2ª división A pero al que no le hizo falta para ser y hacerme sentir un grande.

Once que se enfrentó al Lleida aquel lejano Diciembre de 1994

4 comentarios:

  1. ¿Puede ser que con la entrada del partido de la U.E. Lleida se regalara una contra Osasuna (para la Copa)?
    Algo de aquello me suena

    Gorka

    ResponderEliminar
  2. Puede ser, algo me quiere sonar también ahora que lo recuerdas...Con el Osasuna jugamos alguna semana después, es verdad. Pero ni por esas se consiguió una buena entrada.
    Contra el Lérida hubo menos afluencia que 15 días antes frente al Ath.Bilbao B...
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Que recuerdos, creo que este fue mi primer año de fondo sur, con mis amigos Baby y Javi, creo que los conoces, ;-) un abrazo amigo!

    ResponderEliminar
  4. Hola amigo Calamaro. Recuerdo perfectamente aquel partido. Uno mas de esa lamentable racha de partidos gordos del Helmántico que solemos perder en los ultimos 30 años.
    Recuerdo el primer gol ilerdense, que se tragó Olabe... un lanzamiento muy lejano. También me suena ver a Barbará quedarse solo ante el portero y no poder empatar. Si te soy sincero, ya no recuerdo el 0-2, pero esas dos acciones previas marcaron el igualado partido.
    Ellos llegaban muy fuertes y parecia que iban a arrasar. Creo que los entrenaba Mané. Como curiosidad, destacar que ambos equipos, Lérida y Salamanca, jugaron la promocion de ascenso (ellos con mejor puesto), y que solo lo logramos nosotros. A ellos los eliminó el Sporting. Si mal no recuerdo, los que ascendieron directamente fueron Rayo y Mérida.
    Nosotros ascendimos en la famosa promoción contra el Albacete... eso si, después de cumplir con el Helmántico en el partido de ida (0-2). Bonitos recuerdos Calamaro, pero ¿para cuando uno del siguiente ascenso a Primera? Aquel me gustó un pelín más, aunque reconozco que lo de Albacete, por inesperado, puede que sea mi mejor recuerdo de siempre. Saludos.

    ResponderEliminar