Allá por el final de la primavera de 1994, (otro Mayo-Junio más de promociones que se hicieron costumbre en casi un lustro de los años 90); el estadio Insular y su recuerdo añejo, pasaron a ocupar la primera fila de los puntos de inflexión de nuestra historia; unido a la confirmación de la era Lillo, nos dio una segunda oportunidad en forma de nueva promoción de ascenso… y con el mismo resultado (0-1) que un año antes, marcó el punto de partida de una Unión y una parte de su historia, brillante, que culminaría el año siguiente, tras acabar ascendiendo a 2ª A ese mismo año, con la proeza del Belmonte…
Un grupo de jugadores modestos en su mayoría, dirigidos por un joven técnico, hicieron grupo y moviendo el balón, como muchos aún recordamos, dieron el salto desde aquel pozo de la 2ª B a la primera división, con el único secreto de jugar bien al fútbol, ni más ni menos…
Y todo empezó en el Estadio Insular, una cálida noche de Mayo del 94…
Qué grande Lillo y esa alineación en segunda, Olabe, Jandri Torrecilla Balta Sito, Medina Díaz Quiroga Vellisca, Barbará, Quico. (Lástima que Lillo no descubriera a Urzáiz a su debido tiempo). Gracias a Lillo y ese equipo he aprendido a DISFRUTAR del fútbol.
ResponderEliminarJosema y ¡¡¡Rodolfo!!! cómo olvidarme de Rodolfo y sus subidas desde la defensa... jejeje. ¡Qué grande!
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