...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

lunes, 17 de enero de 2011

Estadio Insular, punto de inflexión…

Allá por el final de la primavera de 1994, (otro Mayo-Junio más de promociones que se hicieron costumbre en casi un lustro de los años 90); el estadio Insular y su recuerdo añejo, pasaron a ocupar la primera fila de los puntos de inflexión de nuestra historia; unido a la confirmación de la era Lillo, nos dio una segunda oportunidad en forma de nueva promoción de ascenso… y con el mismo resultado (0-1) que un año antes, marcó el punto de partida de una Unión y una parte de su historia, brillante, que culminaría el año siguiente, tras acabar ascendiendo a 2ª A ese mismo año, con la proeza del Belmonte…
Un grupo de jugadores modestos en su mayoría, dirigidos por un joven técnico, hicieron grupo y moviendo el balón, como muchos aún recordamos, dieron el salto desde aquel pozo de la 2ª B a la primera división, con el único secreto de jugar bien al fútbol, ni más ni menos…

Y todo empezó en el Estadio Insular, una cálida noche de Mayo del 94…





2 comentarios:

  1. Qué grande Lillo y esa alineación en segunda, Olabe, Jandri Torrecilla Balta Sito, Medina Díaz Quiroga Vellisca, Barbará, Quico. (Lástima que Lillo no descubriera a Urzáiz a su debido tiempo). Gracias a Lillo y ese equipo he aprendido a DISFRUTAR del fútbol.

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  2. Josema y ¡¡¡Rodolfo!!! cómo olvidarme de Rodolfo y sus subidas desde la defensa... jejeje. ¡Qué grande!

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