...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

viernes, 19 de noviembre de 2010

El suplente que una tarde se hizo grande

Cuando un guardameta de la talla de Jorge D’Alessandro juega más de 200 partidos como titular en primera división, son muchos los porteros que quedan en un segundo plano, esperando esa oportunidad ansiada en forma de partido de Copa o instante cualquiera, para dejar su granito en la historia de un club como el nuestro…

Eso fue exactamente lo que sucedió con uno de los guardametas que esperaron aquellos años pacientemente, el poder ser importante en primera “a pesar” de Jorge D’Alessandro.
Antonio (Antonio González Arroyo - Salamanca 1953) fue el segundo portero de la U.D.Salamanca entre el 76 y el 82, y saltó a la primera línea de fuego tras la lesión de Don Jorge en San Mamés en el 78, las dudas iniciales sobre la capacidad del canterano en superar aquel importante reto, (fichaje de Pereira incluido) se vieron superadas por las acertadas intervenciones del salmantino en los 16 partidos que jugó como titular en aquella 77-78 en la que, por momentos, coqueteamos con la UEFA.

Antonio debutó en casa frente al Sevilla, en la jornada 16 de aquella temporada, con las cámaras de TVE en directo.
El recuerdo a Jorge lesionado y el aliento al joven Antonio, destacaron desde las gradas, en el 1-1 final de aquel partido.


En ocasiones, en la vida, como en el fútbol, un capricho del destino, se concreta y toma forma, y eso sucedió con la Unión y con Antonio quince días después del comentado partido de su debut en primera… Y fue en el Santiago Bernabéu:


El eterno suplente se enfundó los guantes y saltó con otros diez, al césped de Chamartín el 22 de Enero de 1978 y lo paró todo, desesperando a los 80.000 que poblaban los graderíos y a los puntas blancos que se encontraron con la defensa y el inconmensurable Antonio que protagonizó portadas nacionales al día siguiente.


Jensen, Pirri, Guerini, Santillana, Roberto Martínez y hasta Juanito en forma de penalti, vieron como los guantes verdes de Antonio rechazaban una y otra vez los disparos de los puntas madridistas… para acabar decidiendo un 0-0 final, que fue la segunda y última vez que puntuamos en el coliseum blanco… para, al fin y al cabo, pasar a la historia, Antonio, del unionismo.

Antonio se lanza a su derecha para atajar en dos tiempos el disparo de Juanito desde el punto de penalty, que con paradinha incluida no fue capaz de batir al guardameta salmantino que aquella tarde lo paró todo.

La historia de un club se nutre de primeros, segundos y terceros espadas, muchos de ellos rellenan pequeñas notas en las crónicas, desde su modestia… y en ocasiones, cuando el foco de la titularidad les ilumina, además, cumplen, brillan y permiten que tantos años después aún perdure su recuerdo…



Y así, dándole renombre a aquel al que los focos no siguieron siempre, pero es historia de nuestra UDS; valore ahora, recordando, treinta y tres años después de aquellos tiempos; las palabras que mi padre pronunciaba cada vez que pasábamos por delante de la zapatería que Don Antonio tiene en la Avenida de Portugal:

“Mira hijo, ese señor, nos hizo puntuar en el Bernabéu…”



3 comentarios:

  1. Excelente artículo, como siempre amigo! un abrazo desde tu tierra y hala Unión!

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  2. extraordinarios recuerdos de una época dorada y como siempre hala UNION

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  3. Que maravilla de blog, grandes recuerdos de Antonio, un eterno suplente de la época dorada

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