...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

lunes, 12 de agosto de 2024

1965. Portugal. Historia de un torneo inigualable.

Miembros de la expedición de la Unión Deportiva Salamanca que disputaron el histórico torneo en Portugal en Agosto de 1965.

No son muchas las oportunidades con las que un club modesto y en aquel tiempo en 3ª división, puede contar de haber tenido en su historia, duelos en territorio extranjero y en estadios de otra categoría.

Y si lo llevamos al presente, casi 60 años después, no son muchas las oportunidades de poder disfrutar de imágenes de vídeo de aquellos tiempos, de las que a día de hoy, (salvo que alguien me corrija) serían las segundas más antiguas publicadas del que fue mi equipo desaparecido.


Corría el verano de 1965; la Unión Deportiva Salamanca preparaba la que sería la temporada 65-66, segunda consecutiva en 3ª división, con el eterno objetivo del ascenso a la categoría de plata, como casi siempre, entre ceja y ceja.

Cambios en la entidad en su presidencia y cuerpo técnico, presentaban el inicio del ciclo con esperanzas renovadas, tras el intento fallido de ascenso meses antes, en una dura promoción contra el Racing de Ferrol. (VER POST - Promoción fallida en tres asaltos en 1965: El germen de una generación histórica de salmantinos.)

Luis Diestro sustituyó en el banquillo al mítico Eusebio Fuentes y en el palco, Don Augusto Pimenta hizo su desembarco, e inició la que sería la presidencia más importante en los 90 años que tuvo el club de las orillas del Tormes.

Previo a una temporada que la Unión iniciaría en León el doce de Septiembre frente a La Bañeza; la casualidad, y la buena gestión del hispano luso Pimenta, como presidente, logró la participación en el que hasta aquella fecha, 1965, podía ser considerado el Trofeo más prestigioso, por la entidad de los rivales y los estadios que albergaron los partidos, en el que había participado la UDS hasta aquel momento.


Y hay que decir, que no fue sencillo; pues la Unión no era la primera, ni la segunda, ni siquiera la tercera opción para los organizadores portugueses; las crónicas de la época hablan de propuestas a Elche, Real Zaragoza, Deportivo, RCD Español y Real Valladolid, que por unos u otros motivos declinaron la invitación del país vecino.

De ese modo y con el calendario ya cerrado, la última semana de Agosto de 1965, tuvieron lugar en los estadios de Das Antas y José Alvalade, de Oporto y Lisboa respectivamente, cuatro partidos en forma de semifinales, final y tercer y cuarto puesto para el recuerdo.


El 25 de Agosto la Unión Deportiva Salamanca, se enfrentó en Oporto, en el desaparecido estadio de Das Antas al Sporting de Portugal, dando una monumental sorpresa, ante los más de 40.000 espectadores que se acercaron al mítico recinto; un gol de Octavio en el primer tiempo batió al equipo de la capiatal portuguesa; en una fecha histórica, en el que bajo el silbato del colegiado Sr. Guerra, Sporting y Unión formaron de la siguiente manera:

Unión Deportiva Salamanca: Miguel, Pedraza, Fernando, Manolín, Huerta, Kaito, Salazar, Octavio, Lozano, Rojo y Miri.

Sporting de Portugal: Carvalho, Lino, Milhario, Mendes, Alfredo, José Carlos, Seminario, Osvaldo Silva, Peres, Oliveira Duarte y Lorenzo. Entrando Ferreira Pinto al descanso.


Dos días después tuvo lugar, ésta vez en Lisboa, en el José Alvalade, el desenlace; la Unión jugaría la final frente al Oporto CF, vigente subcampeón del campeonato luso y los dos equipos verdiblancos el tercer y cuarto puesto.

La histórica victoria de la jornada inicial por parte del conjunto salmantino, tuvo su baño de realidad en el verde lisboeta, donde la diferencia de categoría se hizo notar con un abultado 5-0. 

Aquella noche, bajo las órdenes del Sr. Braga Barros, la Unión defendió su escudo con los siguientes hombres: Miguel, Pedraza, Huerta, Fernando, Manolín, Kaito, Lozano, Rojo, Salazar, Octavio y Miri. Manolín II, sustituyó a Lozano al descanso y por el equipo blanquiazul fueron los Américo, Festa, Almeida, Paulav, Atraca, Orlando, Pinto, Jaime, Carlos Manuel, Manuel Antonio y Nóbrega los alineados.

Manuel Antonio (3), Carlos Manuel y Kaito en propia puerta, fueron los goleadores.


La historia está plagada de recuerdos vacíos, de esos que sucedieron, pero que sólo cuentan con letras y tinta para recordarlos; donde la imaginación toma el timón del pasado y en eso se queda, en cosas que nos contaron, que leimos, pero que desgraciadamente nunca pudimos ver; y en un club como la Unión, en la gran mayoría de sus 90 años de histori, así son los recuerdos.

Mi visita a Oporto este verano, despertó después de muchos años la curiosidad por buscar cosas sobre este torneo histórico y apareció él.

En el archivo de la RTP (infinitas gracias a los responsables y trabajadores del ente portugués), un vídeo colgado en su web, muestra media hora, en una calidad excepcional, un resumen amplio de la jornada final del torneo jugada en el José Alvalade lisboeta, donde podemos disfrutar de Miguel como nunca antes lo vi, de Fernando, de un jovencísimo Manolín, con el 12 a la espalda, de Huerta (gracias Siro, por la foto) de Pedraza, de Kaito, de Lozano, de Rojo, de Salazar, de Octavio, de Miri... y poner luz a un recuerdo de letras y tinta, que quedará para siempre desbloqueado.


ENLACE PARA VER EL VÍDEO EN LA WEB DE RTP:

Derechos:
Foto: Familia Huerta
Imágenes: RTP
Prensa: Marca

sábado, 29 de junio de 2024

De Eurocopas, equipos grandes en tiempos grandes y nombres impronunciables.

En tiempo de Eurocopa, y encontrando inspiración en las retransmisiones de Don Paco Grande y Don Carlos Marañón; que mientras rueda el balón entre nombres impronunciables centroeuropeos, pueblan de referencias históricas acertadas y recuerdan en sus comentarios, épocas de equipos grandes de tiempos grandes que ya no existen, me apeteció volver a escribir:

Existen pocos lazos que puedan unir una Eurocopa con los 90 años de historia de la Unión Deportiva Salamanca; pocos son los internacionales que pasaron por la Unión y jugaron estos torneos, y es difícil encontrar enfrentamientos frecuentes con clubes continentales, dada la orfandad en participación en competición continental de los blanquinegros.

Si acaso a partir de los 70, donde el concurso en torneos veraniegos multiculturales era un hecho y llenamos vitrinas de participaciones recordables, frente a  equipos en gira, tanto europeos como sudamericanos, para la historia.

Pero cuando el reloj se echa más hacia atrás y las manecillas alcanzan fechas absolutamente olvidadas, donde el blanco y el negro del papel ya amarillea… aparecen historias que merecen la pena ser recordadas.

En 1935, la Unión militaba en categoría regional, formando parte del grupo Castellano en el que compartió enfrentamientos con los clásicos clubes madrileños de la época.

Año para recordar, probablemente la mejor temporada hasta aquel momento, de la corta historia del club charro fundado en 1923, en la que logró el título de campeón regional por delante de la Ferroviaria y el Áncora; y que le dio derecho a participar en la Copa de La República por 1ª vez en su historia y a luchar por su primer ascenso a segunda división en una posterior promoción directa con el campeón del grupo Cántabro, que fue el Santoña.

Entre la conclusión del campeonato regional y el inicio de la promoción a 2ª, cuando ya matemáticamente el equipo era campeón a falta de una jornada; y como homenaje a aquellos hombres que habían hecho disfrutar tanto a la afición a lo largo de aquel campeonato, por parte de la directiva, surgió la posibilidad de jugar un partido amistoso para el recuerdo.

En la Nochevieja de 1935 un equipo húngaro, el Szeged FC, descansaba en Madrid para enfrentarse al Madrid CF la mañana del 1 de Enero del 36, en el homenaje al histórico capitán blanco Félix Quesada.

No era infrecuente en la época que los clubes que visitaban nuestro país aprovecharan su estancia para jugar algún amistoso más, así que la buena gestión de la directiva dio pie a que el día de Reyes del 36, Salamanca albergara un encuentro internacional nunca visto antes por el Tormes, favorecido por la visita húngara al campo de Chamartín.

Si ponemos en contexto el fútbol mundial de la época y el equipo que nos visitaba, es innegable no evidenciar que hablar de Hungría y de Centroeuropa en el periodo entreguerras era hablar de potencias mundiales del fútbol.

Finalistas en la Copa del mundo del 38, sólo el inestable mapa político europeo de la época y el infortunio; dejaron sin trofeo a generaciones de leyenda del fútbol magiar; una de ellas la que visitó Salamanca en el 36.

El Szeged CF habitual en la máxima categoría húngara en aquellos años y participante en la Copa Mitropa la temporada anterior (Copa de Europa Central, precursora de la Copa de Europa, en la que medían sus fuerzas equipos de Italia, Austria, Checoslovaquia y Hungría, máximas potencias europeas de aquellas décadas), se presentó con un bloque de jugadores magiares entre los que destacaban cinco internacionales: Koranyi II, Bognarw, Itsvan Miklosl, Somogyi y su guardameta József Pálinkás integrante del bloque mundialista subcampeón en Francia ’38.


Para la ciudad fue un hito histórico, evento deportivo incomparable el recibir al equipo centroeuropeo que compartió recepción con el equipo salmantino en el Ayuntamiento de Salamanca de manos del Señor alcalde Don Miguel Íscar Peyra.


A las tres de la tarde del 6 de Enero de 1936, se disputó en día desapacible el histórico encuentro; con buen ambiente en las gradas para recibir al campeón regional castellano.

De celeste y blanco, la Unión (indumentaria habitual en tiempos preguerra) y rojo con pantalón blanco los húngaros, se presentaron ambos conjuntos en sus formaciones: Joven, Solás, Pepín, Muñiz, Jimeno, Pedrín, Manolo, Gil Cacho, Sánchez, Perete y Leal en los charros; y Palinkas, Miklossy, Izojka, Raffai, Gyurcso, Somogki, Bertok, Iröregi, Koranyi, Bognar y Vastag por los húngaros. Pruden y Carrillo sustituyeron a Sánchez y Muñiz en el descanso.

Formación de la Unión de celeste y blanco aquel 6/1/36

Once del Szeged FC en el Campo del Calvario que se enfrentó a la Unión en 1936

Arbitrados por los colegiados Sres. García Crespo, Alonso y Carrillo; regalaron los veintidós jugadores un hermoso espectáculo, en el que según las crónicas rivalizaron el fútbol más combinativo del club centroeuropeo, con el más directo de los unionistas, que se marcharon con ventaja al descanso por dos tantos a uno, anotados por Gil Cacho y Sánchez.

Gran actuación de los dos guardametas, estrellas en las crónicas del partido, junto a Gil Cacho y Pruden, con sendos dobletes para los salmantinos. Concluyendo el encuentro con un 5-3 a favor de los españoles.

Palinkas y Joven en acción, en el histórico partido en El Calvario. 

Y así dejo por aquí este artículo, historia de la desaparecida Unión Deportiva Salamanca, e inspirado por aquellos que nos entretienen con historias de la historia del deporte que más nos gusta; por su rigor y el conocimiento del ayer, que desde el hoy en forma de Eurocopa, me sigue llevando a ella, rodeada de equipos grandes, en tiempos grandes, envuelta en nombres de jugadores impronunciables.

#LaHistoriaNoSeCompra

Fuentes:

El Adelnato de Salamanca

Hemeroteca de Madrid

Fotos Almaraz


martes, 12 de octubre de 2021

De Redknapp a Enrique Miguel: Mi leyenda de Tittyshev.

 

“Siempre quise jugar en la Unión; lucir esa camiseta, notarla,

saltar a un césped con ella; me hubiera bastado un minuto;

poder plasmar mi nombre entre aquellos que sí lo hicieron,

aunque fuese el último de la lista.”

Ángel Martín Fuentes (1977- ) 


Corría 1990 y agotaba mis pobres posibilidades de lograr ser futbolista en el campo de cemento de futbol-sala que construyeron en el viejo patio de arena del Colegio Maestro Ávila de Salamanca.

Una mañana de sábado, como tantas otras, calcé mis deportivas y ajusté mis medias, con esa ilusión del que soñaba con fútbol a cada instante; con la única finalidad de poder jugar unos minutos.

Venía el líder en aquel momento, el equipo del "Juan Jaén" y como yo era de los malos, sabía que las posibilidades de lucir medias, si el partido estaba igualado, eran remotas.

El entrenador era Manuel, joven universitario, estricto, algo vehemente en ocasiones, pero con un buen manejo de un vestuario lleno de deshechos de tienta futbolística menores de 15 años.

Ahora entiendo mejor que ser entrenador de escolares no es sencillo, sobre todo cuando contemplas la diferencia técnica de unos y otros y moralmente estás obligado a que todos jueguen un poco. No les quito mérito.

Pasaron los minutos, calenté hasta tres veces… Y en el ocaso de un partido ya decidido, me mandó salir. En aquellos tiempos se jugaba a reloj corrido en aquellas categorías; y un desafortunado balón largo perdido en banda de un patio descomunal hizo de puntilla. No me dio tiempo a llegar al centro del campo, llevaba menos de diez zancadas dentro; cuando el árbitro pitó el final.

Desde la dureza de un momento que aún recuerdo sonrojante… hoy imagino, y hasta sonrío visualizándolo; que si aquello hubiera sucedido en un partido de la Unión; y yo hubiera sido un canterano debutante, lo hubiera dado por bueno; me hubiera bastado para cumplir el sueño, lucir aquella camiseta, aquel escudo; pisar un césped con ella, tocarlo, persignarme al hacerlo… porque aquel hecho en sí, si hubiera sucedido de aquella forma, por su grandeza, por su significado para mi, hubiera estado por encima de los sonrojos.

Pasó el tiempo, y agotadas las posibilidades de lograrlo por la vía reglamentaria futbolística del canterano cuando uno va cumpliendo años; sólo quedaba soñar en los veintimuchos o treinta y pocos; con encontrar a un Harry Redknapp de turno que se girase desde el banquillo en uno de aquellos partidos amistosos de pretemporada por la provincia, y me hiciera “debutar” como aficionado unionista del mismo modo que sucedió con Steve Davis en las filas del West Ham en el 94: (Ved el maravilloso Informe Robinson: La leyenda de Tittyshev).

Pero ni Caturla, Redondo, Rezza, Joanet, Lillo… fueron Redknapp, ni el que os escribe nunca fue un hincha impertinente como Steve Davis aquella tarde en el Court Place Farm del Oxford City.

Ya por encima de los 40 la cosa es todavía más complicada… ¿existen vías para poder sentir ese escudo en el pecho y acercarse a la historia de la Unión de alguna manera en el sentido que os comentaba, en este momento?...

Este blog me ha permitido tocar el cielo del unionismo infinidad de veces, hasta niveles impensables cuando empecé; lograr acercarme personalmente a figuras futbolísticas del club de mis amores; y mucho más después de la desaparición del mismo, haciendo recíproco un cariño mutuo entre exjugadores y el que os escribe.

En mi última visita a Salamanca, el jugador con más partidos disputados en la historia del club, el hombre que más encuentros ha llevado ese escudo en el pecho; me hizo un regalo.

Con un “No podría estar en mejores manos…” Don Enrique Miguel Martín, al que conocí personalmente en Madrid con motivo de la entrega de los Zamoras de D’Alessandro, me hizo llegar una camiseta original de la Unión Deportiva Salamanca del 82… usada por él.

No creo que haya nada que pueda superar algo semejante; y no visualizo en el hoy; con una Unión Deportiva Salamanca desaparecida, nada que pueda parecerse más a haber lucido esa camiseta en algún momento, que conservar y poder apretar entre las manos una original usada en los años dorados del club.

De momento luce enmarcada en mi “Buhardilla de los sueños”… no tuve valor para probármela… Quizá algún día abra el marco… ¿debo hacerlo?... y pueda "vengar" así a Manuel, el míster de escolares, o lucirla como el “búlgaro” Tittyshev, siguiendo instrucciones de Enrique Miguel, que me dio esta oportunidad impagable, y sentir por fin su escudo original en el pecho y poder cerrar el círculo, otro… éste como debutante imaginario en la Unión Deportiva Salamanca; cerrando los ojos, como niño que sueña, como lo que sigo siendo…

 


Gracias Enrique, no pudiste hacerme más feliz.